Fatiga crónica

Uomo con stanchezza cronica
El cerebro requiere mucha energía y oxígeno para realizar su complejo trabajo. Se calcula que el cerebro consume entre el 20 y el 25% de todo el oxígeno disponible en el cuerpo. Se sabe que la falta de oxígeno es una de las causas de la fatiga crónica.

El cerebro se inunda con hasta 1 litro de sangre por minuto para satisfacer sus necesidades de oxígeno, azúcar y otras sustancias.

¿Cuál sería el resultado si las vías de abastecimiento estuvieran sometidas a una compresión permanente y, por tanto, a una fuerte restricción? El cuello de botella provocado por la desalineación del Atlas puede llegar a comprimir los principales nervios y vasos sanguíneos que salen del cráneo y discurren a través y alrededor del Atlas.

Si se comprime un nervio, los impulsos nerviosos se dispersan. La compresión puede ser tal que provoque un cortocircuito de los impulsos eléctricos en tránsito. La presión prolongada o permanente sobre un nervio genera irritación.
Si un impulso nervioso no tiene suficiente energía o no llega a su objetivo, el cerebro se ve obligado a compensar la falta enviando impulsos con mayor intensidad.

En el transcurso de un día, el cerebro envía millones de impulsos, y si éstos se dispersan, la cantidad de energía utilizada se vuelve desproporcionada con respecto a lo que normalmente se necesita. La posible consecuencia de esta condición es la fatiga crónica.

Por un lado, el cerebro está sometido a un estrés que requiere más trabajo y, por otro, el suministro de nutrientes y oxígeno está racionado a causa del cuello de botella. Es fácil ver cómo estas dos cosas no van muy bien juntas.

A esto se añade el hecho de que durante el día se gasta otra parte de la energía en mantener los músculos tensos para compensar el desequilibrio de la cabeza causado por el Atlas disfuncional. En este estado de alteración postural permanente, el cuerpo consume mucha más energía de la que debería, incluso para las actividades más sencillas, la resistencia se reduce considerablemente, aparece la fatiga crónica desmotivada y la somnolencia, lo que conduce a una sensación de agotamiento y de agotamiento.

Después de la corrección de Atlas, casi por regla general, las personas tratadas con el método Atlantomed experimentan un aumento de su energía física y mental. Muchos afirman que su respiración mejora (el diafragma está de hecho conectado al nervio vago, que a su vez es uno de los nervios implicados), que necesitan menos horas de sueño para sentirse en forma y que se benefician de una capacidad de recuperación acelerada. El cansancio crónico desaparece y se produce una sensación de ligereza. El movimiento de la cabeza es mucho más amplio y libre, con un mayor ángulo de rotación y flexión. Todo parece funcionar con menos esfuerzo.

nervo vago
En aras de la exhaustividad, no debemos olvidar que el cansancio crónico también puede estar causado por desequilibrios hormonales, carencias vitamínicas o minerales, especialmente de hierro (anemia), mala alimentación y disbiosis intestinal. Si la fatiga crónica no se resuelve tras la corrección del Atlas, conviene comprobar si existen estas deficiencias.

La forma más sencilla, sensata y rápida de tratar la fatiga crónica y muchas otras dolencias es comprobar primero la alineación del propio Atlas. Esto puede hacerse gratuitamente en los centros Atlantomed. Si la respuesta es negativa o si la corrección no es concluyente, siempre hay tiempo para nuevas investigaciones. El camino inverso suele ser mucho más largo y caro. Por eso es mejor empezar con la solución más eficaz, rápida y de mayor espectro.

Videointerviste stanchezza cronica

racconti dopo il riallineamento dell'Atlante

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